Lista de obras por artista AIRAM

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Daniel Airam

Nacido en 1958 en Lyon, Francia.

Luego de Estudios de Arte Gráfico trabaja en la imprenta desde 1975 hasta 1982.

Participa en numerosas exposiciones colectivas en Francia, Europa, Estados Unidos, Japón.

Daniel Airam estudió artes gráficas y luego trabajó en la industria gráfica. En 1982 se dedicó exclusivamente al grabado y participó en numerosos eventos en Francia y en el extranjero. Sin embargo, poco a poco, la pintura, la escultura, el video se van sumando como evidentes. A partir de ahora, una profunda reflexión en torno a la imagen y el signo constituye el corazón de sus preocupaciones.

“Si la persistencia de la práctica del grafiti incisa con mayor frecuencia en el yeso de una pared o en la corteza de un árbol no deja de sorprenderme, la belleza inmutable del retrato flamenco y su océano de rostros también me deleita. La ironía que sugiere, será el momento de advertir que lo que los une es efectivamente parte de un mismo registro, el de un conjunto de miles de existencias anónimas que segregan un deleite igual por la propia singularidad. Ambos nacen de un sistema cuasi-mecánico, codificado, reiniciado incansablemente, su increíble presencia atraviesa el tiempo; sin embargo, reivindicando por uno su aspecto popular y por el otro su pertenencia a una supuesta aristocracia, es evidente que una función conmemorativa común los une como una referencia idéntica.

Practicando abiertamente la idea de una historia del arte en el corazón de mi producción artística, ha surgido el uso del barniz, que aporta brillo y dureza a la pintura. De hecho, los famosos "brillos" de los que hablaba Van Eyck, que brillan cerca del vidrio, de las vidrieras, también cerca de una epidermis que se supone protege un mundo orgánico y frágil. Y luego, como un mandamiento a la quietud de las cosas, se invitó a una proliferación de puntos de colores, como un proceso igualmente mecánico, a una clara preocupación por la repetición de un motivo simple y abstracto. Fragmento de modernidad sin fin, la unidad de esta cuadrícula de colores obliga a la mirada a producir un esfuerzo. Entonces surge la exigencia del momento crítico inmanente en la pintura, la activación de la obra por la mirada. "

«La inmutable belleza de los retratos flamencos, con sus océanos de rostros, me encanta. Pero la persistencia de los grafiteros con los que nos encontramos con tanta frecuencia, su trabajo rayado en el acabado de las paredes o en las cortezas de los árboles, me asombra de la misma manera. Esto sugiere cierta ironía. Puede que sea hora de reconocer lo que los une, que ambos surgen de la misma emoción, de un conjunto de millones de existencias anónimas, cada una de las cuales alberga una creencia profundamente arraigada en su propia singularidad; que ambos surgieron de un sistema codificado, cuasi mecánico, repetido sin cesar a lo largo de los siglos. A pesar de las pretensiones de origen popular para uno y de una supuesta aristocracia para el otro, en su función común e inmemorial son idénticos. »

Daniel Airam, "Incisiones, retratos cruzados" extracto y traducción, 2017

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